Desde los inicios de la historia los hombres se han aprovechado de los animales, por su vulnerabilidad, ocupándolos como alimentos, transporte o como una simple entretención, sin darles el cuidado que realmente necesitan.
En primer lugar los animales son seres como nosotros, con la única diferencia de que no hablan como nosotros, por lo que no hay razón alguna para tratarlos de distinta manera.
Por otro lado todo ser vivo tiene derecho a la vida y a su libertad, sin que otro afecte en ella, lo cual nos da a entender que no podemos ni debemos causarles daño.
No debemos dejar de lado que maltratar a un animal es un acto de cobardía puesto que se aprovechan de un ser que no tienen las mismas capacidades para defenderse.
Un claro ejemplo de maltrato son las muy famosas corridas de toros en España, las cuales están legalizadas en este país por ser consideradas parte de su cultura. Estas corridas consisten en una cruel persecución hacia una cierta cantidad de toros, hasta matarlos. Lo cual es realmente inhumano.
Matar a un animal o maltratarlo es lo mismo que hacerle esto a una persona. Ambos tenemos extremidades, boca, ojos, ambos respiran comen, respiran, piensan, entre otras semejanzas. Entonces si somos tan semejantes ¿porque el maltrato hacia las personas es penalizado y el maltrato hacia un animal no?
El maltrato animal no debería ser impune, puesto que es un acto inmoral hacia un ser que tiene los mismos derechos que los humanos a vivir con libertad, y en las mejores condiciones posibles.
Camila Moraga Segura.
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